viernes, 11 de abril de 2014

El desierto de poliuretano

Nada crece en un suelo árido,sino llueve.
Parece que es ella la que nos trae esa explosión de vida,como si estuviese contenida dentro de sus gotas.
Necesaria para que llegue el color.
Para que florezcan los prados.
Para ver llenos los embalses.
Para combatir los incendios en los montes.
Para mitigar el calor en verano.
La esperanza no aflora,sino llueve.Los sueños no despiertan,sino llueve.


El suelo arcilloso quebró,hostigado a pleno sol,convertido en piedra,como una calzada romana,craquelado como los frescos de sus capillas.



Aunque es cierto...


...que a veces las apariencias engañan...y ustedes solo vieron tierra seca...


...en la corteza de un anciano polímero,la gomaespuma de una silla isabelina endurecida y resquebrajada tras décadas de uso.
Y aún así,conserva una densidad y una resilencia,un efecto muelle,que podría crear una crisis existencial en muchas espumas de fabricación actual.



Con esta entrada participo en la Makro del día de Nika Vintage.

Un saludo a tod@s.