lunes, 31 de marzo de 2014

Asientos de moto artesanales


Hola a tod@s.Hoy les traigo un asiento de moto artesano.Ya es costumbre que dos jóvenes hermanos dedicados por pasión a customizar motos aparezcan por el taller con un asiento construido por ellos,con un relleno de aglomerado de espuma y su plantilla de cartón.




Aún recuerdo aquel primer asiento que trajeron los dos.Mostraban ilusión.Traían su polipiel y su plantilla,escrupulosamente detallada.Yo comprobé el asiento,un tanto sorprendido.Aquel detalle de los listones de madera para poder clavar me encantó.Se habían tomado muchas molestias en el tapizado de aquel asiento,se notaba que realmente era importante para ellos.

Esta es la foto de aquel primer diseño.Desde entonces se han hecho casi una decena,todos ellos distintos.Han mejorado el relleno,el metal y los listones para clavar.Realmente son unos perfeccionistas.


Aquel chico me mostró la plantilla:
-La costura de la banda,si la tiene que llevar debe ir delante,que no se ve.Aquí costuras a cinco centímetros,con doble costura a 3 milímetros pero así bien rectas y las puntadas a 9 milímetros y el grosor de hundido un centímetro...¿puede ser?
Lo tenía todo calculado y proyectado,en su mente rotaba un render exacto de lo que quería.
-No veas si es pijotero tu hermano¿no?-le dije a Esteban entre risas.
-Sí,es que es muy detallista.
-Eso está bien.Me gusta.Vamos a hacerlo.Podéis pasar el miércoles a buscarlo.


Cortamos la plantilla que nos serviría para sacar tanto la pieza del plato superior como de la platabanda lateral,que cubre también todo el colín.


Y tras marcar el camino de las costuras cosemos la pieza acolchada con 1 cm de espuma de 25 kg..


Con lentitud y paciencia,que no se nos vaya ninguna puntada.Si la distancia entre las dos costuras se distancia más de medio milímetro,o peor,se acerca el ojo lo verá enseguida,y por descontado el de nuestro cliente.Además el negro se traga la luz,y cuesta más de coser.





Una vez cosidos los pespuntes volvemos a marcar con la plantilla pues el acolchado puede encogernos el material.Lo cortamos con su forma y lo cosemos a la platabanda.









Y así quedó,como algo más que un simple asiento de moto.Una parte externa a la mecánica,pero vital en el resultado final de una moto customizada,hecha con el cariño y la pasión que se deben poner en las cosas.Yo no sé ustedes,pero a mí me encanta la gente que le pone ese "ingrediente" a su trabajo.
















jjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjj

miércoles, 19 de marzo de 2014

Las sillas salvajes



Hola a tod@s.Hoy les traigo unas sillas que habían resistido estoicamente a los ataques,embestidas,cabalgadas,lluvia de alimentos,líquidos azucarados,lácteos y chocolates de todo tipo a lo largo de los insufribles años que tarda una trope de pequeños humanos en crecer.
Su coraza de resistente microfibra antimanchas y antibalas auguraba una retirada silenciosa,dejando lugar a una renovación,un cambio de imagen más atrevido,más moderno,más salvaje.


Se quedaron en el patio,un tanto desorientadas,buscando a su mentor.Yo las miraba con su original diseño,sus patas delanteras cónicas en madera.La única madera que contenía ese esqueleto,aparte de la base del asiento que usaríamos para tapizar,y que se puede desmontar.Un asiento que no dejaba de recordarme a las formas óseas de los bocetos de Gaudí para la casa Calvet.




Ya no sé si es obsesión.Me he acabado toda la información de la biblioteca municipal sobre Gaudí y el modernismo.Preparando un caldo de cultivo que genere nuevos e interesantes posts.Que tardarán en llegar pero llegarán.Documentándome.Pero entrar en el mundo del genio de pelo rojo es como perderse en el universo de Tolkien.O peor.Una de las cosas que he aprendido desde que abrí este blog es que tapicero es algo más que aquel que tapiza.Sin más.Hay todo un mundo que lo rodea.Supongo que es la historia de siempre.Saber de donde vienen las cosas,te hace comprenderlas mejor.Y te permite madurar el concepto,la filosofía que aplicas en tu trabajo,ampliar el espectro de tu visión y vislumbrar nuevos horizontes,nuevas metas.


Bueno,volviendo a estas sillas,resultaron haber tomado los hábitos de los menores de la casa y se mostraron un tanto rebeldes y anárquicas.



Se les pidió por favor que se comportasen,pero el pataleo fue a más...


Y no me quedó otro remedio que ponerme firme,en plan sargento...



Así quedaron,castigadas una a una.En paños menores,el fresquete de la tarde invernal pareció templarlas poco a poco,sintiéndose un tanto avergonzadas,al quedar a la vista de los curiosos.Lo sé,fue cruel pero sabiendo de qué las íbamos a vestir,su comportamiento era una bomba de relojería.Además,así no se puede trabajar...


Mientras se calmaban,fuimos preparando sus rellenos...


Y sus pieles...de caimán(sintéticas,que nadie se asuste)


Que no por ello dóciles.Aunque de tacto suave y cierta elasticidad,se rebelaban al salir de las curvas interiores,para el sufrir de mis dedos.




La manada salió a la calle,de forma ordenada,con sus trajes étnicos en un carnaval tardío.



Leopoldo,de mantenimiento,al ver el objetivo se puso a hacerle carantoñas a la cámara y me revolucionó el patio.Míralo,si parece el conserje.


Y ellas solitas se alinearon,con una aptitud que destilaba agradecimiento.Felicidad.Ilusión.Orgullo.


Ellas sabían que volverían a casa,pero esta vez todo sería diferente,las tratarían con más respeto,con admiración.Al fin y al cabo,era lo único que pedían,a cambio de hacer su servicio con dignidad,y hacer más cómoda la vida a esos pequeños humanos,pues para ello fueron concebidas.


Pero escondían una sonrisa pícara,esperando el asombro de la mesa,del mueble del salón,que las mirarían con envidia,con la mirada silenciosa de un anciano a la juventud.