miércoles, 19 de marzo de 2014

Las sillas salvajes



Hola a tod@s.Hoy les traigo unas sillas que habían resistido estoicamente a los ataques,embestidas,cabalgadas,lluvia de alimentos,líquidos azucarados,lácteos y chocolates de todo tipo a lo largo de los insufribles años que tarda una trope de pequeños humanos en crecer.
Su coraza de resistente microfibra antimanchas y antibalas auguraba una retirada silenciosa,dejando lugar a una renovación,un cambio de imagen más atrevido,más moderno,más salvaje.


Se quedaron en el patio,un tanto desorientadas,buscando a su mentor.Yo las miraba con su original diseño,sus patas delanteras cónicas en madera.La única madera que contenía ese esqueleto,aparte de la base del asiento que usaríamos para tapizar,y que se puede desmontar.Un asiento que no dejaba de recordarme a las formas óseas de los bocetos de Gaudí para la casa Calvet.




Ya no sé si es obsesión.Me he acabado toda la información de la biblioteca municipal sobre Gaudí y el modernismo.Preparando un caldo de cultivo que genere nuevos e interesantes posts.Que tardarán en llegar pero llegarán.Documentándome.Pero entrar en el mundo del genio de pelo rojo es como perderse en el universo de Tolkien.O peor.Una de las cosas que he aprendido desde que abrí este blog es que tapicero es algo más que aquel que tapiza.Sin más.Hay todo un mundo que lo rodea.Supongo que es la historia de siempre.Saber de donde vienen las cosas,te hace comprenderlas mejor.Y te permite madurar el concepto,la filosofía que aplicas en tu trabajo,ampliar el espectro de tu visión y vislumbrar nuevos horizontes,nuevas metas.


Bueno,volviendo a estas sillas,resultaron haber tomado los hábitos de los menores de la casa y se mostraron un tanto rebeldes y anárquicas.



Se les pidió por favor que se comportasen,pero el pataleo fue a más...


Y no me quedó otro remedio que ponerme firme,en plan sargento...



Así quedaron,castigadas una a una.En paños menores,el fresquete de la tarde invernal pareció templarlas poco a poco,sintiéndose un tanto avergonzadas,al quedar a la vista de los curiosos.Lo sé,fue cruel pero sabiendo de qué las íbamos a vestir,su comportamiento era una bomba de relojería.Además,así no se puede trabajar...


Mientras se calmaban,fuimos preparando sus rellenos...


Y sus pieles...de caimán(sintéticas,que nadie se asuste)


Que no por ello dóciles.Aunque de tacto suave y cierta elasticidad,se rebelaban al salir de las curvas interiores,para el sufrir de mis dedos.




La manada salió a la calle,de forma ordenada,con sus trajes étnicos en un carnaval tardío.



Leopoldo,de mantenimiento,al ver el objetivo se puso a hacerle carantoñas a la cámara y me revolucionó el patio.Míralo,si parece el conserje.


Y ellas solitas se alinearon,con una aptitud que destilaba agradecimiento.Felicidad.Ilusión.Orgullo.


Ellas sabían que volverían a casa,pero esta vez todo sería diferente,las tratarían con más respeto,con admiración.Al fin y al cabo,era lo único que pedían,a cambio de hacer su servicio con dignidad,y hacer más cómoda la vida a esos pequeños humanos,pues para ello fueron concebidas.


Pero escondían una sonrisa pícara,esperando el asombro de la mesa,del mueble del salón,que las mirarían con envidia,con la mirada silenciosa de un anciano a la juventud.




21 comentarios:

  1. Oscar, no he dejado de sonreír durante todo el post, incluso he visto como esas sillas reían y alborotaban por toda la tapiceria, puede que sabiendose originales y distintas, por aquello de la madera, del metal y del tablero curvado, muy de los años cincuenta, muy vintage, pero algo timidas con esos uniformes azules, demasiado industriales para unos niños y niñas capaces de hacer al pino y de dar volteretas, mientras las ibas desnudando una a una, y dejandolas casi en los huesos, viéndolas aún mas estrechas y gráciles. Si, huesos que te recordaban a esos bocetos de Gaudí, aunque en el fondo Gaudí ya te estaba inspirando, Oscar. Empezabas a verlas como entes orgánicos, como toda la creación de ese genio al que llamas “el de los pelos rojos…”, y entre risas y chanzas, las vestías con una piel que las hacia mirarse las unas a las otras, casi como si hubiesen vuelto a nacer, como si fuesen pequeños dragones que alborotasen en el patio de tu tapicería, tratando de salir de allí para encaramarse en aquel muro que bien pudo haber diseñado Gaudí…, si, desde luego ya eran sillas salvajes, sillas caiman, sillas cocodrilo…., mejor sillas dragon.
    Un precioso post, Oscar.

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    1. Y un precioso comment,Pedro.lleno de poesía y frescura.Y fantasía.Como si este post hubiese despertado en tí el apetito de un aperitivo,y hubiese desbocado tu insaciable imaginación.
      Un abrazo.

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  2. Preciosas. Pero sabes lo que más me llama la atención, que voy observando que los tapiceros de raiz lleváis un artista dentro, y lo digo convencida.
    Un amigo pintor un día comentaba algo que me dío que pensar. decía que un amanuense trabaja con las manos, un artesano con las manos y la cabeza, pero que un artista lo hacia con la manos, la cabeza y el corazón. Y algunos que dedicais un blog a vuestro oficio lo hacéis por que este oficio lo tratáis desde la catagoría de arte, y no es para menos. No lo comento por esta entrada en particular (de hecho no suelo comentar todo lo que debiera por unas circunstancias complicadas), lo digo vuestra trayectoría (incluyo a Tapestry,Bicipalo..que son los que conozco y espero existan más). Me encanta leeros.

    Un saludo Mamen.

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    1. Hola Mamen!Gracias por este comentario.De verdad.Soy un gran admirador de tu trabajo.Este oficio tiene la capacidad de ser arte y de crear obras de arte,aunque para eso hay que llegar a la excelencia.Yo le pongo algo de arte,que no es lo mismo.Creo que Tapestry,Bicipalo y yo hemos acabado creando un círculo temático retroalimentado,cada vez es más poderoso y cumple mejor su objetivo:Que se hable de tapicería.
      Un abrazo Mamen.

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  3. Unas sillas preciosas, me gusta su forma, la tela escogida,... bueno todo, todo y todo (incluso la literatura), es un gusto leerte. Besos.

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    1. jajaja Glory,incluso la literatura.Pues sí que te gustó...
      besos

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  4. Mamen, gracias por la mención y Oscar, claro que tu post ha despertado mi imaginación, de eso se trata, de contagiar al lector.

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  5. Ups!! estoy suscrito a un par de blogs que se actualizan sin talento y a veces se me escapan joyas como esta.
    Una entrada muy entretenida de narración y creo que de fabricación, tantas curvas en plástico no hacen más que achacarte el haberte cortado las uñas tan rasas, jeje...
    Como Pedro, agradezco la mención de nuestra artista, siempre es un orgullo que se acuerden de uno, mil gracias ;)

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    1. Bueno Tapestry el dolor de falanges me permitió dormir la noche siguiente.Solo que las palas traseras del asiento complicaban la curva,y no quería que quedasen muy estiradas,en general.
      saludos

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  6. Hola Oscar, como siempre un trabajo fantástico tanto el físico/artístico de las sillas como el intelectual de la redacción del post, un placer verlo y leerlo.
    Saludos

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  7. Ay Óscar!!!, Esa rebeldía la conózco muy bien, he tenido que torear con algunas piezas difíciles hasta lograr encarrilar su carácter a un nuevo concepto.
    Me encanta el cambio MAESTRO!. Trabajar esa piel sintética es harto difícil y mas si la superficie tiene esas formas tan complicadas, aunque en tus manos todo parece fácil aunque no lo sea.
    Corroboro las palabras de Mamen, un artista pone el corazón en lo que hace y este es un ejemplo. Adoras lo que haces y se vé, se palpa y se saborea.
    Un abrazo amigo

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    1. Hombre Clara,no me digas que eres la Super nanny de los muebles?jajaja pues si se me complica alguno te lo envío.
      Un abrazo

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  8. Uauuu que chulísimas han quedado, me encanta tu relato y me encanta el resultado!!!
    Gracias por tus palabras, un abrazo!

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  9. No sé qué me ha gustado más si el resultado final o las fotografías. Mientras iba leyendo no dejaba de sonreir y eso ya es mucho en mi caso estos días.
    ¡Me encanta que adores tu trabajo!

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  10. Me he enamorado de tus palabras, de tu imaginación y tu sana locura... Como se lo cuento a mi chico?? jajajajjaaaajjajaa...
    A mi siempre me han tomado por loca cuando he comentado sobre la personalidad de este o aquel mueble. El caso es que siempre me han parecido algo vivo, sobre todo los de madera o metal, quizá porque hace algunos años, cuando la que suscribe aun era una niña, mi padre relataba, durante lo que a veces se me antojaban horas, historias sobre partículas y átomos que seguían vivos en todos lados, cambiando y transformándose en colores distintos y materiales nuevos que eran en mis ojos hologramas mágicos de cosas inertes que extrañamente estaban vivas.
    Soy escritora y amante de la restauración, sino estoy escribiendo o jugando con mis animales puedes encontrarme restaurando alguna pieza recuperada en mi jardin.
    Gracias por tu relato, magnifico y coherente, hilado con imaginación... Gracias por despertar de nuevo hoy, ese amor que siento por los muebles de madera en especial y por cualquier pedazo de materia viva en general.

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    1. Hola Erika.Gracias por esa maravillosa historia y por contarme tus gratas impresiones.Me siento afortunado.
      Y los muebles no tienen personalidad.Tienen muebleridad.No los ofendas jeje.
      Un saludo.

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  11. Hola Oscar, un placer encontrar este, tu espacio. Un saludo y enhorabuena por tus trabajos!

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    1. Gracias compañero y bienvenido a este que espero también sea tu espacio.Un saludo.

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