viernes, 23 de agosto de 2013

Isabelinas de ciencia-ficción


Hola a tod@s. En esta ocasión les quiero mostrar una pareja de sillas de estilo isabelino que el cliente había pintado en plata ¡tachas incluídas!



Nos trajo un par de pieles negras con un grabado plateado. Era una piel fina y reseca que se desgarraba con facilidad. No sabría decir, quizás era cabra o cordero.




Y las tapizamos con tachas cromadas.




Cierto es que al diseño de este tipo de sillas, isabelinas y sus variantes les sienta fantásticamente una chispa de atrevimiento para darle un toque moderno, ya sea con colores llamativos tanto para la madera como para el tejido, como la sobriedad y elegancia minimalista con un aire futurista, como en este caso. Es un mueble fantástico que sobrevive a épocas y estilos, que se deja querer en todos los ambientes, con la capacidad de reinventarse y que siempre causa asombro en el observador con su contorno de curvas infinitas.




Por cierto, haciendo el post, estas abuelas tan modernas me han recordado esas sillas centenarias, que tantas historias parecían susurrarnos, y que pueden conocer aquí.




martes, 20 de agosto de 2013

El momento mágico



 Este mes, como cada agosto hemos tenido la oportunidad de contemplar esa lluvia de meteoros popularmente llamada Lágrimas de San Lorenzo, y científicamente Perseidas, pues es desde esa constelación, Perseus, que de forma radial cruzan el firmamento.
Aunque el fenómeno dura más de un mes, este año la noche mágica, la de más intensidad se situaba en el 12 de agosto. Por la experiencia de otros años aproveché el cielo límpido de las noches del 9 y el 10 para observar el fenómeno, protegido de los mosquitos, y contemplar el firmamento, ya no solo en busca de esa estela mágica, pues el espectáculo de una noche límpida ya es de por sí merecedor de trasnochar. Y les sorprendería como con unos simples prismáticos, donde solo se ve una estrella aparecen decenas de ellas tras de sí. Y así pasan los minutos, y las horas, y de vez en cuando...¡premio! el momento mágico.
-¿Tú la viste?
-Sí, sí, la ví, cruzó por allí...



Así llegó la noche del 12, y la noche más mágica, para variar, se vió mermada por un telón de nubes bajas, que hacían absurdo estar bajo el ataque de los pequeños vampiros. Y el momento mágico se perdió en el tiempo, para nunca más volver.



Esto me recordó que hacía unos días...

 Subía la Bipper carretera arriba, tras dejar atrás el Pont del Diable, remontando el puerto que lleva de Martorell a Terrassa, la antigua Egara romana. Afrontaba con dificultad su atrevida pendiente, mientras me dejaba engullir bajo una oscura nube, de esas que traen fugaces tormentas de verano. De las que atrapan la luz y someten a la tierra a una especie de penumbra, oscureciendo el verde del bosque y el gris del asfalto.

Mis cejas se elevaron, y redondearon mis ojos al otear el alto horizonte de las colinas del norte, sobre las que nacía, contrastando ese cielo oscuro, el arcoiris más intenso que jamás recuerdo haber visto.

Sorteé las curvas, conmocionado por esa ilusión óptica. Por una imagen que parecía irreal, como si alguien la hubiese trazado sobre un lienzo.
Estaba cerca de la cota de la primera colina. Allí podría detenerme, con más perspectiva e inmortalizar ese capricho lumínico.
Me detuve  apresurado justo en el cambio de rasante más alto. Bajé del auto, "cámara" en mano, y corrí hacia un pequeño turón. Pero mis piernas fueron ralentizándose, al tiempo que levantaba la cabeza, y desdibujaba una amarga sonrisa. Finalmente me detuve, con los brazos ligeramente abiertos, sin soltar el móvil, dejándome azotar por los remolinos de viento que dejaban la resaca de la tormenta. Y me sentí un indigno hijo y nieto de fotógrafos.
Había subido tanto que la luz había cambiado. El cielo se había aclarado, y el momento mágico había quedado atrás.



Ahora podía ver un débil y pequeño arco formando un completo semicírculo, incluso descubrir, desde mi nueva ubicación, como llegaba a convertirse en dos.



Pude ver cruzar el cielo a un avión, a punto de sobrevolar el arcoiris. Y lo cacé, con la fustración de haber perdido ese momento que solo quedó grabado en mis retinas sobre fuego.




Y recordé la vida, esa vía sin apeaderos, donde los trenes pasan una sola vez, sin detenerse. Donde ese momento mágico puede resultar vital, o condicionar tu futuro. Un camino que hay que saber interpretar, sin perder la atención, para tener la agilidad de abordar la locomotora adecuada, siempre en marcha, pues ella nunca se detendrá por tí.

Por suerte, momentos mágicos hay muchísimos cada día, solo que la mayoría escapan a nuestra percepción. Tal vez estemos demasiado distraídos como para detectarlos. Quizás la vida moderna es una cortina de humo que no nos deja ver, incluso a veces se nos olvida, que vivimos en un mundo maravilloso.

PD: Si les apetece compartir sus momentos mágicos, les invito a hacerlo en los comentarios.
Un abrazo a tod@s.










Fotografias de pijamasurf y wikipedia




domingo, 4 de agosto de 2013

Una pareja de taburetes


Hola a tod@s. Hoy les muestro unos taburetes a los que Lorena les sacó la anea rota, les cortó las patas y los barnizó. Y luego nos pidió tapizarlos.
Como era un regalo, se encargó Sara, bajo mi supervisión.



Se cincharon y se colocaron unos gruesos de cartón para igualar el escalón del lateral.




Una gomita de un centímetro para el perfil y otra para darle un mínimo bombeado, que evita que quede demasiado plano. Bueno, más que bombear evita que haga el efecto contrario, ya que las cinchas hunden más que la madera. Así empuja un poco.




Con dos espumas de tres centímetros construímos el relleno, que tiene un centímetro más alrededor para que llene bien la funda. Luego ya se encargará ésta de oprimirla.


Y una capa de boata muy fina para que no se marquen los gruesos de las costuras. Como no tenía de 90, abrimos con cuidado una más gruesa.




Se tapizaron en rojo con vivo blanco, porque van sobre un suelo ajedrezado de estos colores.




Y así quedaron, listos para un nuevo uso.





Que pasen unas buenas vacaciones, al que las tenga. Yo por mi  parte pienso cogerme la semana del 12, caiga quien caiga. Estoy física y mentalmente agotado. El año es muy largo, y éste ha sido especialmente duro. Cuesta mucho ganarse las habichuelas, con tanta cleptorecesión económica.