jueves, 20 de noviembre de 2014

Tapizando unas sillas


Hola a tod@s.Últimamente las cosas de este palacio van despacio.Razones profesionales,razones personales y razones informáticas son las causas.Esta última la acabo de solucionar,con un nuevo sistema operativo.Así que espero darle más ritmo al blog.

Hoy voy a utilizar unos sencillos asientos para narrar un ejemplo de tapizado de sillas,dando algunos conceptos básicos que espero sirvan de referencia para aquellos temerarios que decidan intentar tapizarse sus sillas.Dado el nivel de complejidad de este oficio,no deben tomarlo como un tutorial sino como un ejemplo más ya que las variantes pueden ser muchas dependiendo de la silla.En próximas entradas intentaré complementar la información con más ejemplos.Pero recuerden que son solo ejemplos,y en cada caso influirá la silla,la tela,el remate o el relleno para decidir la técnica,además del criterio del profesional o aficionado de turno.



Se trata de unas sillas tipo Thonet de cuerpo metálico.Las de bar de toda la vida¿quién no se ha tomado un café en una de éstas?
Las sillas venían con un asiento de madera.El cliente las había adquirido para utilizarlas en un restaurante de decoración vintage que estaba a punto de abrir.Así que además de pintarlas con un efecto envejecido también las quería tapizar para mayor comodidad de los comensales.






El tapizado de estos asientos puede hacerse de varias maneras.Cada mueble necesita algo diferente,y todo pasa por el efecto que queramos conseguir en el volumen,además de que el resultado sea práctico y cómodo.Podrían llevar un relleno distinto.Podrían ir cosidas con platabanda,pero como lo que pretendía era conseguir un bombé discreto y el mínimo de volumen respetando que el asiento adquiriese el acolchado necesario,opté por esta manera:

Un círculo pequeño para contrarrestar la leve concavidad de la madera,una espuma de 3cm cubriendo la base y una última de 1 cm volteando el asiento.

Así que tras una primera prueba nos pusimos manos a la obra.

Ya me disculparán.Siempre me ha gustado dibujar sobre la espuma.



Antes que nada agujereamos la madera con una broca porque las polipieles no transpiran.La espuma contiene aire,y al sentarse usted y oprimirla ocupa su espacio,haciendo que  el asiento se hinche que parece que va a reventar.Y claro,eso no es bueno.


Primero encolamos una espuma de 1cm de menor tamaño en el centro...
(una colleja para el que ha cortado ese círculo)



...una espuma de 3cm de 30 kg de densidad con el canto encolado...



...y pegada a media caña,justo en el canto de la madera.



Y una última espuma de 1cm cubriendo.La manera de grapar la espuma es la misma que utilizaremos para tapizar.Pero con menos grapas.


Obtenemos esta forma...



Lo tapizamos con una polipiel floreada muy bonita,muy moderna,muy clásica ella...



Y ahora vamos a crear los cimientos de este tapizado con la famosa técnica de 
LA CRUZ Y LA EQUIS

Ningún maestro minimamente serio les va a enseñar esta fórmula,más que nada porque me la acabo de inventar.Pero como yo no soy ni maestro ni serio me permito bautizar así a un ejercicio de lógica fundamental.Y es que la arruga siempre quiere salir hacia fuera.Así que la vamos a acorralar para que así sea.
Cuando tengan un problema de este tipo es tan fácil como preguntarle a la arruga.Ella siempre te dice por donde quiere salir.No es necesario hacerlo en voz alta.Y evidentemente,su respuesta es visual.Solo hay que observar,y discurrir.

Las primeras 4 grapas formarán la CRUZ.Es importante que esté bien centrado.





Las siguientes 4 grapas formarán la EQUIS,buscando el centro entre las grapas de la CRUZ.




Y ya la tenemos perfectamente apuntada.Ésto les puede servir en asientos con forma cuadrada,trapezoidal...da igual.

Ahora es cuestión de repetir el proceso.
Siempre al tapizar pasamos la mano ejerciendo una leve presión en dirección a donde vamos a clavar.No se trata de dar tirones,sino de trabajar la tela para que el hilo,o en este caso el plástico tenga una tensión uniforme.


Mi mano derecha no estira,solo apunta.



Volvemos a buscar el centro...



...una y otra vez...




...hasta cerrar el círculo y dejar el material sobrante bien repartido.Dependiendo de la tela o la piel usada puede ser que el sobrante sea más acusado.Quizás tengamos que variar la tensión.Al tratarse de una piel sintética he cortado los gruesos con las tijeras.También podemos resolver el último paso haciendo pliegues equidistantes intentando que no asomen hasta el canto,para no crear gruesos visibles una vez el asiento esté en su posición de uso.Pero bueno,esto ya son las variables como he comentado más arriba.Para encontrar soluciones a cada caso lo mejor es discurrir.Es lo que hacemos los tapiceros todos los días,créanme.



Y aquí el resultado que buscábamos.Un canto limpio con poco volumen.



Discreto y curvo,buscando la armonía con las dulces formas de la Thonet...y sus sesenta compañeras.


Lola de Decoanhelos me comentó que parecían galletitas Oreo.
Y lleva razón...así que las hicimos más apetecibles.



Un saludo.Y sean felices.





viernes, 26 de septiembre de 2014

El tapicero que admiró al esqueletero que admiró a Grant Featherston










Hola a tod@s,Hoy vengo a hablarles de un libro,un pequeño ensayo del esqueletero artista y amigo
Pedro Bonache Meliá.Autor del blog Esqueletaje y tapicería.

"El esqueletero que admiró a Grant Featherston"

Me sabía uno de los afortunados en tener un ejemplar de esa primera edición autofinanciada e íntegramente regalada.
Sí,he dicho REGALADA.


Y lo esperaba como lo que era,un regalo anunciado que a nivel personal tenía un valor añadido.Y es que,para mi sorpresa,uno de los capítulos llevaba mi nombre,compartiendo protagonismo con mi amigo Tapestry.Cosas de bloggers.





Saqué la versión de la versión de Featherston,nuestro R-160 Diablo de pino y terciopelo unas docenas de metros del taller,a la ribera.Para esperar cómodamente sentado el acontecimiento.Como si ese libro pudiera llegar por el Anoia,río abajo,lanzado desde algún punto de la mismísima sierra Calderona.




Contra todo pronóstico, así fue.Un peculiar cartero apareció bajando las aguas agónicas del afluente,levantando el vuelo de los ánades instalados en ese tramo,con golpes de remo acompasados y entonando algo parecido a "O sole mío".Y digo parecido por no decir otra cosa.

Al llegar a la altura del puente me lanzó un sobre,con la misma destreza que lo hacía el chico del periódico antaño.Sin hacer una sola pausa continuó su camino,para encontrar el Llobregat y,quizás unos pocos kilómetros más tarde sumergirse en nuestro querido y común Mediterráneo.

Así,con la misma ilusión que fue escrito,dedicado y enviado abrí el sobre que me había lanzado aquel desafinado gondolero imaginario.


Y aquí lo tenemos.Se lo pedí firmado con sangre y letra,y así llegó...




"El esqueletero que admiró a Grant Featherston" es el repaso de una vida profesional.Y personal,ya que son partes indivisibles,como siempre he intentado reflejar en este blog.Al fin y al cabo el oficio solo es es un canalizador de expresión.Que es lo que todos necesitamos:expresarnos.Y para eso valen todas las artes.



Un relato transparente,sorprendentemente valiente.De lectura amena y cercana.Capaz de hacernos llorar pero también de arrancarnos una sonrisa.Un guiño sobre tapicería desde la perspectiva del esqueletero que intentaba pensar como un tapicero.El renacer de un ave fénix que empezó recreando la obra del genio de las antípodas,Featherston.Y continuó con Wegner,con Juhl...Esos grandes diseñadores de mobiliario del 
siglo XX.



Para quien no lo sepa,un esqueletero es alguien que construye los armazones de madera de los muebles tapizados.Un oficio que depende directamente de otro.Aunque venimos de ramos diferentes.
Hace mucho tiempo,los tapiceros tejedores bajamos de las altas paredes de palacio,de los cortinajes y tapices para recaer sobre las alfombras de los nobles y encontrarnos con los silleros y ebanistas,fundiéndonos en ocasiones en un solo artesano.Todo para aportar un nuevo concepto al mobiliario,dotándolo de cómodos rellenos y vistiéndolo con las mejores telas.
Hoy en día podemos ofrecer ese confort a todas las clases sociales.Formamos parte de una sociedad,y este es nuestro aporte.Hacerle su vida más llevadera.Proporcionarle algo que de haber nacido en cualquier otra época no hubiera estado a su alcance.
Y así nos va,intentando llenar nuestros estómagos de romanticismo.Pero bueno,creo que nos hace más felices.Más realizados.


Y a razón del juego de palabras del título del post,les diré que yo sí admiro a este esqueletero.Por ser un buen tipo,de exquisita honradez.De esos que cuando vienen mal dadas,ven pasar un clavo ardiendo y no se agarran.Un tipo que desde la retaguardia de nuestro oficio ha sabido salir a la luz apostando por su proyecto,sembrando su parcela,sabiendo esperar su momento.Creo que le está llegando.Y muchos nos alegramos.



Pueden colaborar con el autor comprando la versión en papel o descargarlo gratuitamente para leerlo en su libro electrónico.Así que no tienen excusa para no dedicarle un rato en las tardes de este otoño recién llegado.
Descargar"El esqueletero que admiró a Grant Featherston"

Que pasen buena lectura.Hasta la próxima.

jueves, 25 de septiembre de 2014

Música para tu salón XX:Serrat.Fa vint anys que tinc vint anys




Hola a tod@s.Hemos llegado a la vigésima edición de Música para tu salón,esta sección de sugerencias musicales que me permití abrir a modo de capricho.Y durante dos años lo he hecho con el freno puesto,ya que éste es un blog de tapicería.Pero regalarles música es algo que me hace sentir bien.Sé que tiene el poder de remover sus propias experiencias,de aflorarles sentimientos muy profundos.De hecho pienso que es lo mejor que ha creado el ser humano.Y por eso lo hago.La música nos ayuda a ser mejores personas y a conocer mejor nuestro interior,nuestra capacidad de emoción.

Este tema del trobador Joan Manel Serrat se llama "Ara que tinc vint anys"(Ahora que tengo veinte años) que adaptó a los 40 con "Fa vint anys que tinc vint anys"(Hace veinte años que tengo veinte años) y que actualmente canta como "Fa vint anys que dic que fa vint anys que tinc vint anys"(Hace veinte años que digo que hace veinte años que tengo veinte años).Y esperamos escuchar algún día la siguiente adaptación de este incombustible autor.

Aquí les dejo el enlace ya que el señor youtube no me deja colgar el vídeo.He elegido éste por su calidad y estar traducido.

Y el sentido de la canción de hoy es que aquí el que les escribe cumple 40 años.Y aunque no soy mucho de celebraciones cumpleañeras,esta vez me ha dado muy fuerte.Es algo así como...vértigo.

Nací un día como hoy de hace cuatro décadas,en la Gran Vía de Barcelona,a tan solo unas manzanas del Poble Sec donde creció Serrat.
Debía nacer el 24 y llamarme Merçè(Mercedes),pero dí guerra toda la noche a una madre primeriza para acabar saliendo al mundo a las 7 horas de una mañana diluviosa.No es que yo lo recuerde,pero mi abuelo llegó calado al hospital y se dedicó el resto de su vida a recordármelo.
Y bueno,luego crecí y crecí hasta llegar a hoy,que doy por terminada mi etapa adolescente para sumergirme en la eterna juventud de la que no pienso salir hasta morir de joven.

Me despido con la descomunal  "Mediterráneo".Que la disfruten.





viernes, 11 de julio de 2014

Isabel y las flores




Isabel flotaba sobre una nube,aturdida por la anestesia.Tras la operación había perdido el enperlado,el rosario que embellecía sus formas.Esas curvas infinitas que su padre,un viejo ebanista y maestro sillero le había otorgado.
Vagaba errante,desnuda en cuerpo y alma.Se había desprendido de su desierto de poliuretano,de su vestido de todos los días.Había quedado reducida a los huesos,a un esqueleto que ahora lucía de un blanco roto,desgastado.
Ella y sus cinco hermanas mellizas habían sufrido la misma suerte,pero seguían unidas después de mucho tiempo.Isabel fue la primera en nacer,y eso le otorgaba un liderazgo,un matriarcado del que había llevado el peso toda su larga vida.Pero había llegado el momento de rejuvenecer,de cambiar su piel,su carne y sus ropajes.



Isabel buscaba la flor más bella para tejer sus vestidos.Uno para ella y otro para su segunda.Las cuatro pequeñas solo necesitaban vestirse de cintura para abajo.No sabía si esa flor habría nacido ya,si su condición efímera permitiría arrancar su esencia y crear un perfume de tramas y urdimbres.


Desconocía el método para sintetizar aquellas explosiones de vida en un telar.Ella apelaba a la magia,aún conservaba ese instinto soñador de la infancia.Creía conocer bastante bien a los humanos.Sabía que eran capaces de las mayores atrocidades,pero también de los mayores logros,con una creatividad y capacidad sin límites.


Una cosa sí tenía clara.Buscaba una flor roja,que cubriera de pasión sus cuerpos blanquecinos.






Isabel y su hermana tenían algo clavado entre pecho y espalda.Todo ocurrió una tarde de verano.
Aparecieron por casa unos niños.Traían los cabellos mojados y recién peinados,los ojos rojizos y sus pisadas aún dejaban una huella húmeda en el suelo.Se acercaron a la mesa donde les esperaba un bocadillo y un vaso de leche.Los dos subieron sobre ellas de rodillas,con un comportamiento inquieto,mientras arrastraban las hebillas de las zapatillas sobre el terciopelo.
Los niños comenzaron a balancearse hacia atrás,no pareciendo estar conformes con el contenido del pan.
Empujaron la mesa con toda la fuerza que sus pequeños brazos podían hacer,levantando las patas delanteras de Isabel y su hermana,que se miraban impotentes,angustiadas por aquel acto que castigaba sus traseras.
Llegado un momento no pudieron soportar el dolor y se dejaron caer,con la mala suerte de que el peso de los infantes cayó sobre sus rejillas,rompiéndolas.
Fue una experiencia traumática para ellas,que se vieron con el respaldo artesano roto,después de décadas,inmersas en un dolor que la vibración del golpe propagó por sus maderas durante unos eternos segundos,humilladas en el suelo con unos niños encima que lloraban con desespero.

Unos años más tarde fueron abandonadas en la casa.Por suerte su nueva propietaria las acogió,les eliminó la carcoma,las pintó...y las llevó al tapicero.





Isabel volvió al taller,sin haber encontrado esa flor.Cruzó la puerta y se detuvo ante los muestrarios.Y se quedó observando durante minutos,sin decir nada.Tampoco hacía falta,enseguida comprendí que había encontrado su flor.



*   *   *   *   *   *   *





Así nos pusimos manos a la obra.La tela poseía un árbol aterciopelado,que recuerda mucho a un cerezo japonés.Un árbol imposible que ramificaba hacia arriba y hacia abajo.
Buscaba la forma de cortarla,pero no lo veía claro entre tanta rama y tanta flor,y el metraje tampoco daba para mucho,y tenía que sacar los vivos...
Así que en un minutito hice unos marcos de cartón,que dicho sea de paso corroboró mi primera impresión.Es fantástica para enmarcar.




Opté por colocar el tronco en el centro del asiento y que ramifique en diagonal,y en el respaldo y contra intenté evitarlo para conseguir las mayores flores posibles y darle aspecto de copa.



Con veinte centímetros de sobrante y las tiras saqué los vivos dobles.Por los pelos.


Y vestí a Isabel y sus hermanas.







Aquí pueden verla,a su izquierda y al lado su segunda.

+







El remate se hizo con vivo doble cosido y encolado.Esta vez sin cerrarlo con grapas.










Una semana después de que Isabel y sus hermanas volvieran a su hogar totalmente reformado,me llamó el cliente.No era para reclamar,tampoco tenía nada más para tapizar.Solo llamó para felicitarnos por el trabajo.Un simple gesto que nosotros valoramos como la mayor recompensa a nuestra tarea.Un reconocimiento que a muchos no se les otorga aún haciendo bien su labor.Es por eso que no puedo dejar de sentirme afortunado.Moltes gràcies Avelina.

Cúidense,y que pasen unas tapices vacaciones los que ya puedan disfrutar de ellas.Un saludo a tod@s.