Cuenta la leyenda que hace muchos, muchísimos años, un joven artesano de los tapices, que se dirigía a prestar sus servicios al
Monasteri de Montserrat, viajando por la Vía Augusta de la antigua Barcino, se encontró que al ir a cruzar el río, el viejo puente romano había sido derruido. Tras varios intentos fallidos, y cerca de ahogarse, renegó de su propósito.
El joven oficial, desesperado por miedo a perder su trabajo, se sentó sobre una roca, observando el agua, que bajaba brava, con violencia.
Fue entonces cuando se le apareció el Diablo y le ofreció construir un puente a cambio del alma
del primero que lo cruzara.
-Humm... hay más.-dijo el Diablo.
-Dentro de cientos de años, el último de tu estirpe, el
último tapicero construirá un sillón en tributo a este puente, y lo
colocará sobre la réplica de éste. Solo si es digno de mí no se
derrumbará."
"Lo vestirá con el terciopelo de mi capa. Y un ejército de diablos invadirá las casas, los estudios, las
recepciones, se dejarán ver en todo tipo de eventos, y serán apreciados por su valor artesanal."
El muchacho asintió, aunque no había entendido gran cosa.
Cuentan que el puente se construyó en una sola noche.
Por la mañana, el joven despertó, con la construcción terminada frente a él.
-Pero qué he hecho?-susurró, mientras se resignaba a cruzar.
Entonces apareció una anciana, que lo había escuchado todo la tarde anterior. Llevaba un gato entre sus brazos.
-No te preocupes-le dijo con una sonrisa.
La lóngeva mujer soltó al felino y lo invitó a cruzar al otro lado del río, donde el maligno esperaba su premio.
-Ahí lo tienes. Es el primero en cruzar. Su alma es tuya. Cóbrate tu parte del pacto.-le gritó.
El Diablo sonrió, ante la astucia de la anciana.
-Maldita vieja, sabe más el diablo por viejo que por diablo.
Bueno, pero lo del silloncito queda en pie eh?-exclamó, mientras dirigía su dedo índice hacia el muchacho.
Si quieren saber más sobre la auténtica "Llegenda del Pont del Diable", pueden verlo
aquí.
Un saludo a tod@s.
PD: No se pierdan el otro post.
R-160 Diablo: La historia