sábado, 20 de octubre de 2012

Un sillón muy helicoidal



Esta es una pareja de orejeros. Aunque no sé porqué, documenté solo uno.
Pese a su mal estado, ya a primera vista se intuye que es un magnífico sillón.

Se calcula que puede estar rozando la friolera de 40 años. A falta de la prueba del carbono14, diríamos que estamos hablando de principios de los '70s. 



Y como testigo vivo de la forma de trabajar de antaño, este sillón presume de ser muelle y crin.
Arpillera, yute, gabarrote, madera, latón, algodón, terciopelo...

solo contaminado por esa espumita de 1cm utilizada para suavizar las formas.

Al destapizarlo, descubrimos que...

...posee muelles...

                                      

...en los brazos...







... muelles... 


...en el respaldo...



Y muelles en el asiento, por supuesto.

Estos helicoidales "extras" le proporcionan un confort muy especial.












Y una vez restaurado...


Está listo para volver a casa. Por muchos años más.






La silla de Tutankamon



Aquí se sentaba el último faraón de la XVIII Dinastía, Tutankamón.

¿Qué podemos decir de esta silla de cedro diseñada hace 34 siglos?
Nada, mejor sólo contemplarla.


Disculpen la calidad, no encontré otra.


Foto:Wikipedia

domingo, 14 de octubre de 2012

Un cabecero de chocolate


Hoy hablamos del cabecero Tenas, que debe su nombre al bonito valle desde el que escribo estas líneas. 



Debo decir que al estar ya construido al comenzar esta entrada, no puedo detallar gráficamente el detalle del proceso. Pero como éste precisamente es de uso propio, pues lo he desmontado un poquito.

Se trata de una composición de 6x4. 24 piezas independientes que, al unirlas, provocan este efecto que recuerda tanto a una pastilla de chocolate. Aunque el color también ayuda. Me atrevería a decir que es chocolate negro con un 70% de cacao.


Al pedirle al amigo cortador, después de descontar 1mm de la piel, que me cortara los cuadrados a 23,1333333333 cms, como ya imaginarán, me mandó a pintar monas. Así que tuve que conformarme con un 23,1 pelado. Por suerte el vivo que remata me permite compensar esos casi dos milímetros de obertura que me quedaría en alguna de las juntas. 
Eso sí, quedaron perfectamente escuadradas. Y eso sí que es vital para que las uniones casen como dios manda. Y aunque les parezca un pequeño detalle sin importancia, de no ser así resultaría imposible montar todas las piezas con éxito.


Utilizamos una espuma de densidad 30kg/m3 de 3cms de grosor, encolada por el canto al filo del frente de la madera, para no crear gruesos.

La pielflor bovina usada para la ocasión hay que tapizarla sin crear ningún tipo de gruesos en las esquinas.

Llamamos pielflor a la capa más externa del animal, siendo la de más calidad. Segundas y terceras capas se usan para marroquinería y guarnicionería. Bolsos, cinturones, cinchas etc.
Cuando vean un sofá barato en piel, desconfíen. Suelen ser cueros reciclados, y al contrario que la flor, estos se pelan y cortan con mucha facilidad. Y por experiencia propia, puedo decir que el mercado está repleto de estas falsas pieles. 



Esto es  pielflor.



    


Después de tapizar el lateral de la base clavamos el vivo justo al filo, dejando sobresalir únicamente la parte del cordón.





Presentamos y collamos con tornillos desde la parte trasera. Primero los paneles exteriores. Y luego los interiores. Si hicimos bien el desarrollo al principio, nos cuadrará todo estupendamente. Si no, tendremos problemas.




Como podrán observar, el efecto conseguido es muy distinto al de los cuadros cosidos.



 Y un detalle del perfil.


Por último, le he cambiado el color a la última foto, porque de tanto ver el cabezal, me han entrado unas ganas irresistibles  de comer chocolate.




 Así que, con este color champagne...digo cava, brindo por ustedes.



sábado, 13 de octubre de 2012

Cartones tapizados: El marco




En este segundo episodio de cartones tapizados hablamos del marco. Y digo el marco porque solo puedo mostrarles uno. Que en realidad es un reciclado. Un objeto recuperado.

Y de mi colección particular, ya que lo hice para mi casa, cosa que ocurre con muy poca frecuencia (ya saben, en casa de herrero cuchillo de palo).

Se trata de un viejo espejo ochentero de lavabo, con un marco de aluminio blanco de unos 3 cms, y una orla dibujada, con la firma de la empresa y todo.
En definitiva, un espejo feo donde los haya. Aunque de muy buena calidad.

Cabe decir que en el mercado hay muchos marcos tapizados, pero casi siempre de forma convencional, forrando directamente  la madera. Esta es una alternativa que proporciona otro tipo de acabados.



 La estructura de cartón se compone de cuatro piezas para el frontal y cuatro para los laterales. Los frontales se cortan a 45º, y se rebaja un milímetro alrededor para compensar el grueso de la piel.



En este caso, al usar una imitación de cocodrilo, no hice las costuras en el contorno, aunque no estarían de más. Por lo menos en el frontal.


Normalmente el cartón va sobre el marco de madera. Pero este era muy pequeño, y metálico. Así que no estaba muy seguro de que el invento funcionara.

La cola de contacto no deja de sorprenderme, uniendo materiales que nunca hubiera imaginado. Esta vez sobre espejo, previamente lijado.

Y éste es solo un ejemplo más. 


Piensen que pueden jugar con las medidas, usar curvas en el interior, forrar con cualquier tipo de género...pieles, sintéticos, grabados, terciopelos, a cuadros, a rayas...
 Con flores, sin flores...porque para gustos...colores.








lunes, 8 de octubre de 2012

Construyendo un cabecero de cama


En esta ocasión les muestro un ejemplo de cabecero de cama, en este caso el modelo Lyria.
Se trata de un falso capitoné de cuadros cosidos, y hundido sin botón. El cliente ha pedido una composición de 5x3, con unas medidas de 170x102cms.La tela es una microfibra, tipo suede, de pelo largo. Parecida al ante o la alcántara.








Cortamos los cuadros y unimos cosiéndolos.
Le añadimos la platabanda.







Marcamos los cuadros en la madera y hacemos los agujeros para pasar el cordel.




Una espuma de 30 kg/m3 nos dará un relleno firme.




Agujereamos la espuma,como hicimos con la madera.





Atamos el cordel en las uniones de los cuadros.




Normalmente coloco una fina guata entre la espuma y la tela, para evitar que se marquen las pestañas de las costuras o transparente el verde de la espuma. Pero esta tela no tiene elasticidad, y tendería a arrugarse mucho. Por suerte es opaca.


Lo pasamos con la aguja.






Después de tapizarlo, hundimos y grapamos.






Las pestañas de las costuras, deben estar bien colocadas. Cada cuadro las tiene en sentido contrario al anterior.




Tapamos y colocamos los colgadores.



Listo para colgar.